19 de noviembre de 2010

Adiós a Luis García Berlanga

Sue fue un maestro, uno de los más grandes directores de cine que ha dado y dará este país a lo largo de su historia. Un genio del séptimo arte y un poeta de la calle. Y es que, aunque falleció hace ya seis días, el pasado 13 de Noviembre, no quería dejar de dedicarle una pequeña entrada en este humilde y perdido blog dentro del océano de la blogosfera. Más aún cuando toda su obra ha marcado a tantísimos espectadores y, sobretodo, al que escribe esto.

Luis García Berlanga se nos fue a la edad de 89 años, víctima del alzheimer, mientras dormía plácidamente en su cama. Fue uno de los grandes mitos del cine español, debutando en el año 1953 con el film Esa pareja feliz. Ese fue su inicio. A partir de ahí vinieron obras cumbre de nuestra cinematografía, imprescindibles para cualquier cinéfilo que se precie. Véase:
Sin duda alguna, todas obras maestras, no sólo dentro de nuestro cine, sino de la historia del séptimo arte. Quizás el mejor cineasta que ha sabido captar la esencia y las miserias del ciudadano español en cada uno de sus films.

Presidente honorífico de la Academia Española de Cine, nominado al Óscar en 1961 por la película Plácido, Premio Nacional de Cinematografía (1981), Medalla de Oro de las Bellas Artes (1983), Premio Príncipe de Asturias (1986)... y es que, con su muerte, el cine se queda algo más huérfano.

Descansa en paz, maestro. Te echaremos de menos.

Photobucket

17 de noviembre de 2010

Por fin comida de verdad

Sí, lo entiendo. Cuando uno lleva más de un año y medio comiendo pienso día sí, día también, se acaba cansando y vuelve a sus instintos primitivos y cazadores. Y más aún si estamos hablando de un gato.

Tengo dos gatunos, y siempre me había hecho mucha gracia que cazaran moscas, jugaran con ellas, y que luego se las zamparan. Hasta ahí bien, bravo. Lo que no me hace tanta gracia es que hayan pasado a la caza de otro tipo de seres vivos. Y es que el otro día, sin ir más lejos, empecé a escuchar como uno de ellos se enfadaba y gritaba, así que fui a ver qué sucedía, si es que se estaban peleando entre ellos, y me encontré con esto:

Photobucket Photobucket
Photobucket

Y esto ya no hace tanta gracia. Menos aún cuando, en alguna ocasión, me he encontrado en el suelo de la cocina con manchas de sangre pertenecientes a sus víctimas. O eso, o me topo con una lagartija corriendo por el pasillo, muerta de miedo, mientras mis dos gatunos se la miran con fruición.

Pero no hay mal que por bien no venga: almenos mientras se ocupan de posibles inquilinos que vengan de fuera, dejan en paz a la pobre canario, que la tengo en la jaula acojoná, siempre vigilada por ellos dos. Benditos gatunos.

10 de noviembre de 2010

Crítica (V): Tasmania

La Historia siempre fue mi asignatura preferida. Siempre. El montón de datos y de páginas a estudiar pasaba a ser una nimiedad frente a la fascinación que sentía al conocer cómo se fueron forjando las civilizaciones, las alianzas, y los lugares que hoy conocemos: el pasado de lo que somos hoy en día. Por desgracia a uno se le van olvidando muchas cosas, y el espacio que antes ocupaban en mi cabeza los Visigodos y los Tártaros, ahora lo ocupa la duodécima edición de Gran Hermano. Pero pese a todo siempre hay cosejas que uno, por más basura que almacene en su cerebro, no se le olvidan.

Una de ellas es toda la etapa de la colonización y, en especial, las historias sobre los asentamientos penales creados por los británicos en lo que hoy se conoce como Tasmania (antes Van Diemen's Land), un islote alejado de Australia. El orígen del nombre se debe a que Abel Tasman, un explorador holandés, la avistara por primera vez a mediados del siglo XVII y le pusiera el nombre al islote del que fue el patrocinador de su viaje, Anthony Van Diemen. De ahí su nombre, la cual lo cambió más tarde por el de Tasmania para deshacerse de su escabroso pasado (la tierra de Van Diemen, por su dureza climática y aislamiento, era el lugar donde se enviaban los presos más peligrosos).

Una vez metidos en salsa, la película nos cuenta la historia de Alexander Pearce, un famoso convicto australiano que, junto con otros compañeros, se escapa del brutal asentamiento penal de Mcquire Harbour, forzando sus condiciones al máximo en un terreno inhóspito y durísimo. La trama pinta muy muy bien, y las críticas por las que ha venido precedida la sitúan en muy buen lugar, pero a mí me dejo una sensación muy fría.

Photobucket

El debutante Jonathan Auf Der Heide nos sumerge en una historia en la que al inicio la alegría es la actitud desbordante y que, a medida que suceden las escenas (bosque, bosque, y más bosque), ésta pasa a desaparecer dando lugar al hambre más canina y a los instintos más básicos e interiores del hombre. Y es que cuando se trata del estómago, todo vale. La hermandad del principio y el compañerismo entre algunos, se torna en desconfianza y miedo. Y es la supervivencia lo que se antepone a todas las cosas, dando lugar al canibalismo más feroz. Pero no, no es un film gore sobre canibalismo u otros horrores, sino sobre la condición humana llevada al límite bajo las condiciones más extremas. Como la naturaleza instintiva del ser humano sale a flote cuando las necesidades básicas no están cubiertas.

El problema es que esta crudeza no traspasa al espectador, puesto que, bajo mi punto de vista, les falta un mínimo de sadismo a ls escenas. La sangre y el gore, usados con cabeza, pueden aportar mucho a una película que, como es en este caso, se queda coja, aunque el simbolismo del hacha como instrumento de poder cuaja a la perfección.Decir también a su favor que los planos no se hacen nada largos y han sido cortados en el momento justo, pero son tantísimos en detalle que, además de no aportar nada, acaban cansando. Y la manera de contar las cosas se me hizo lenta y tediosa. Resumiendo: demasiado plano intrascendente. Y lo de que la espesura del bosque y la frialdad con la que ha sido retratado sea pasa esconder los horrores que en él suceden... me vale a medias como argumento. Los actores cumplen sin más, pero uno no llega a crear ningún lazo con ninguno de ellos. Da lo mismo que vivan o mueran.

Photobucket

Lo fuerte del tema es que está basada en las memorias de Alexander Pearce, por lo que puede que todo lo que en la película se ha contado ocurriera de verdad. O puede que todo sea fruto de una mente enferma. Quien sabe...

Nota: 5

FICHA DE LA PELÍCULA
Título Original: Van Diemen's Land
Año: 2009
Duración: 101
País: Australia
Género: Drama/Histórica/Biográfica
Director: Jonathan Auf Der Heide
Guión: Jonathan Auf Der Heide, Oscar Redding
Música: Jethro Woodward
Reparto: Oscar Redding, Arthur Angel, Paul Ashcroft, Mark Leonard Winter, Torquil Neilson, Greg Stone, John Francis Howard, Jonathan Auf Der Heide, Jason Glover, Adrian Mulraney, Ben Plazzer

9 de noviembre de 2010

Crítica (IV): Pa Negre

Gracias a una de esas promociones que de vez en cuando aparecen, mi pareja y yo fuimos al cine a ver alguna película de último estreno, y así volver a recordar lo que es ver un film en pantalla grande y con un bote de palomitas de 5€. Que ya ni recordábamos lo que era eso. ¿Los motivos? Muchos, pero principalmente el hecho de que me encanta comprar muchísimo cine en DVD y Blu-ray y mi economía no me permite "compaginar" ambas cosas. Pero esta era la ocasión: ver el último film de Agustí Villaronga, director que muchos conocimos con su primer largometraje, Tras el cristal.

Pa Negre, película basada en el libro de homónimo nombre escrito por Emili Teixidor, es un retrato de la Catalunya rural durante la posguerra, un retrato crudo y frío de la época. Pero también es una radiografía sobre vencedores y vencidos, sobre secretos y traiciones, y, a la vez, sobre supuestos "buenos" y "malos". Todo visto a través de los ojos de Andreu (el debutante actor Francesc Colomer), un chico que descubre los cuerpos sin vida de un hombre y su hijo, aún agonizante. Al contarlo, las autoridades querrán culpar de ello al padre de Andreu, y éste, para ayudarle, intentará resolver quien anda detrás de tal brutal crimen.

Photobucket

Con esta trama se da comienzo a la que va a ser la corrupción de la inocencia de nuestro protagonista, dentro de un mundo de adultos cargado de mentiras. Una mutación de una personalidad débil y afable, a otra bien distinta cargada de odio y maldad.

La ambientación del film es fría y cruda en todo momento. Gris y oscura, y que deja entrever que fue en esta época en la que se dieron alas al germen del odio.

En lo que respecta al reparto del film, hay varios actores que brillan con luz propia. A destacar Nora Navas, la cual ya se llevó la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de Cine de San Sebastián, Eduard Fernández, interpretando al maestro de escuela, Laia Marull en el papel de Pauleta, y, sobretodo, un enorme Sergi López ejerciendo de alcalde, papel que me recordó al que hizo en El Laberinto del Fauno. Esto en lo que respecta al reparto "adulto" del film, pues en la película también aparecen varios niños, entre los que destacaría a Marina Comas, también debutante, y que acompaña a Andreu en el recorrido de la inocencia a la desconfianza.

Photobucket

Pese a que el film está muy bien estructurado y cargado de bellas metáforas, le chirrían algunos personajes excesivamente estereotipados. Pero sobretodo le chirrían las actuaciones de algunos de los niños que aparecen en el film, los cuales pronuncian unas frases que hacen que se note a leguas que las recitan como si de un loro se tratasen. Frases imposibles para niños irreales.

Un muy buen film que da buena cuenta de que el cine en este país está más vivo que nunca. A destacar la escena final: la creación del "monstruo". No digo más.

Nota: 7,5


FICHA DE LA PELÍCULA
Título Original: Pa Negre
Año: 2010
Duración: 108 minutos
País: España
Género: Drama
Director: Agustí Villaronga
Guión: Emili Teixidor (Novela), Agustí Villaronga (Adaptación)
Música: José Manuel Pagán
Reparto: Francesc Colomer, Marina Comas, Nora Navas, Roger Casamajor, Lluïsa Castell, Mercè Arànega, Marina Gatell, Elisa Crehuet, Laia Marull, Eduard Fernández, Sergi López, Joan Carles Suau, Eva Basteiro-Bertoli, Jordi Pla, Jesús Ramos, Jesus Ratera, Pep Tosar.

5 de noviembre de 2010

Los dioses deben estar locos

Encharcado de sudor, así me he levanto esta mañana. Me acuesto con la calefacción encendida, con una muy buena sensación térmica que hace que mi sueño sea placentero, y me levanto entre jadeos y con los poros más abiertos que las piernas de Flor, la concursante expulsada ayer de forma disciplinaria en Gran Hermano. Ya no sé qué hacer.

Por las noches, a partir de las 8 de la tarde, la temperatura baja en picado y no es aconsejable ir dando tumbos sin la chaqueta. En cambio, por la mañana con una camiseta de manga corta hay más que suficiente. Incluso no sería disparatado vestir sandalias y pantalón corto, puesto que éstas no parecen las temperaturas de un mes como Noviembre. Normal que por televisión salgan cada 2 o 3 días viejunos bañándose en las playas y soltando alegremente un "¡el agua está mú güena!".
Así que, por si las moscas, ya he ido a por unos cuantos fármacos para metérmelos en vena al primer estornudo que me venga. Que las amenazas de resfriados están a la orden del día, y no tengo gana ninguna de ir soltando mucosidades por la nariz como si de una fuente me tratara.

Así que... ¡al rico Frenadol!

4 de noviembre de 2010

Multiculturalidad mal entendida

Hace unas horas leí un post en el blog de Garbí en el que se criticaba que en este país, de buenos acabamos pecando de gilipollas. Un post que es posible que no provocara una misma reacción en la gente, pero que sin duda representa una opinión que muchos compartimos. Y no sé si se debe a que lo leí a altas horas de la madrugada, en las que mi nivel de irritabilidad se acrecienta, pero no pude más que acordarme de, salvando las distancias y la disparidad de casos, de la niña de 10 años que dio a luz hace unos días en Jerez de la Frontera (Cádiz).

Ni que decir tiene que es algo aberrante, que pone los pelos de punta, y que escandaliza al más sosegado. Pero fíjate, resulta que la niña no es nacida en España, sino que es de origen rumano, y que vino aquí hace tres semanas para dar a luz y así beneficiarse de las ayudas que nuestro país ofrece (dicho hace unas horas por la madre). Y sigue fijándote, porque resulta que los padres de la criatura ven esto normal, que es un bien de Dios, y que allí en Rumanía a los 10 años se casan. Tócate el... moño. Porque recordemos, y dejando a un lado lo de que muy posiblemente sus progenitores hayan prostituido a su hija, los padres sostienen de que el padre es un chico de 13 años que vive en Rumanía, pero no dan más pistas, ni el nombre del chaval, ni nada de nada que ayude a esclarecer las cosas. Ni tan siquiera permiten el acceso de las fuerzas de seguridad o de los servicios sociales al domicilio familiar. Y es que aquí se considera violación el mantener un acto sexual con un/a menor de 13 años, además de barbarie...a menos que seas Sánchez Dragó. Que no lo sea en Rumanía me importa tres cojones. Si vienen que se adapten a nuestras normas, y no nosotros a las suyas. ¿Cómo va a educar una persona que no está educada en nada? ¿Y qué clase de madre ve como algo normal que una niña esté dando a luz a los 10 años, cuando debería de estar en la escuela estudiando y jugando con sus compañeros?

Pero no quería hablar de esto en este post, sino en lo que me avergüenza que nuestra política fronteriza permita que "esto" entre a nuestro país y que no se les pueda echar. ¡Y encima se está estudiando si el recién nacido y la niña pueden seguir con sus padres! ¡Pero si son los mismos que han dejado que se embarace! Y siguiendo con el sinsentido, ya han salido organizaciones de immigrantes pidiendo la nacionalidad española para la familia, la reagrupación familiar (exacto, traer al resto de su familia de Rumanía para acá), un piso de protección oficial para la familia, y diferentes ayudas para que la madre pueda criar a la criatura sin problemas económicos. ¡¿Pero esto qué coño es?!

Si fuesemos un país civilizado y con los cojones debidos, se le quitaría la custodia a la madre, se deportaría a toda su familia (la cual está en España de modo irregular), y se enviaría a las niñas (madre e hija) para que se formaran como seres humanos. Eso sí, antes habríamos pegado un puñetazo a la mesa del ministro de exteriores rumano para que fueran ellos los que corrieran con los gastos, y no nosotros, como ocurre siempre. Que ya está bien de reírse de todos los que cotizamos, y encima con la que está cayendo. En Suiza, por poner un ejemplo, para ser suizo y beneficiarse de las ayudas que ofrecen los servicios públicos hace falta haber vivido en el país 10 años, presentar la declaración de la renta y ser cotizante... y no ser sólo un vividor de los servicios sociales. Pero aquí nos lo tragamos todo. Puertas abiertas. Barra libre.

No estoy en contra de la inmigración, ni mucho menos; todo el mundo tiene derecho a buscarse la vida, pero lo que no se puede permitir es que se rebajen ciertos estándares de calidad de vida escudándonos en la multiculturalidad y paridas varias. Y tampoco hay que dejar que se nos tome el pelo. No es cuestión de racismo, sino de sentido común. Así que lo mismo podría decir del montón de ni-nis, canis, y chusma varia que abunda y que sólo hace que poner la mano para que le den de todo sin hacer nada. Demasiado parásito suelto. Y cosas como estas son las que van a hacer que la extrema derecha, sumada con los tiempos difíciles que estamos viviendo, sufran un gran crecimiento en las elecciones catalanas de final de año (sí, hablo de Anglada), y en las generales de 2012. Miedo me da que esta gente pueda tener representación en el Congreso o en el Parlament, pero me temo que ya no hay marcha atrás.

Y como dice la parodia de Joan Tardà en el programa Polonia: "Perdoneu però algú ho havia de dir".

2 de noviembre de 2010

Marcando al ganado

Hace un par de añitos, en una de mis noches de insomnio y de navegación por el ciberespacio hasta bien entrada la mañana, descubrí un lugar en el que las pasiones se desatan, el deseo arde, y el onanismo se insunúa con demasiada explicitud... y no, no se trata de ningún site de contenido pornográfico. La web en cuestión tenía un nombrecito que no daba lugar a confusión: ¿Sexy o No?

Al principio me mostré reticente a pegarle un par de clicks a la página y navegar por ella uno o dos minutejos, pero fue aparecerme en pantalla un especímen dantesco para que me animara y entrara en el diabólico juego.

Para el que tenga curiosidad, en esta web el individuo que quiera puede colgar su foto para que, posteriormente, los visitantes la voten con una puntuación del 1 al 10, siendo el 1 la nota mínima que te auparía como callo malayo, y el 10 como futurible revientabraguetas o resquebrajabragas (menudas palabritas, ¿eh?). Las reglas son sencillas, vamos.

Photobucket
Mc Donald's garantiza que sus hamburguesas están hechas de carne de vacuno 100%

Total, que esta mañana repasando las entradas que escribí en la versión 1.0 de este blog, me he topado con la que hacía mención a la web sobre la que os escribo, y no me he podido estar de volver a visitarla. La cosa no ha cambiado: hay montones de niñatas echándose fotos con el móvil desde el cuarto de baño teniendo como decorado el retrete, vacaburras escondiendo tripa y poniendo cara de "te comía hasta la goma del calzoncillo", ratas pastilleras luciendo ropa ceñidísima y tatuajes de tipo duro, analfabetos hiper-engominados con toneladas de oro en anillos y cadenas, pseudopijas pre-adolescentes mostrando escote y gafas de sol modelo "mosca", chandaleros y chandaleras que escriben cosas como "m gstn las pbis y l dprt, k a mis amgas no les flte d na, cncme x cirto en realidad soi todvia + wapo q n la fot xao 1bso a tdas", y, en menor medida... gente normal que no debe tener claro en qué clase de sitio se ha metido para buscar amistades.

No es que me haya entretenido lo mismo que antaño, pero sí que me ha provocado sensaciones tan dispares como la de echarme unas buenas risas, y la de llevarme las manos a la cabeza viendo al ganado que ahí pasta.

Atentos, pues, si le dedicáis unos minutos. No olvidéis que aquellos a los que hoy juzgaréis y otorgaréis una valoración numérica serán los que levantarán el país. (...) ¡Temblad!