6 de octubre de 2010

Me cago en... el 1004

Joder, si es que te están obligando. Siempre he querido pensar que son unos pobrecitos, que no tienen más remedio, que almenos trabajan (que no sigan, pues lo del trabajo digno ya lo inventó María Patiño para justificarse con el famoseo)... pero es que al final a uno se le acaban hinchando los huevos y no tiene otra opción que dejarlo por escrito para así desahogarse.

¿Que quieres echar la siesta? No te preocupes que te llamarán para ofrecerte el Imagenio de los cojones. ¿Que no has de madrugar y te quieres despertar un poquitín tarde? Pues alguno te dará los buenos días comentándote que te regalan 500 minutos de llamada durante los fines de semana. ¿Que esperas una llamada importante? Tranquilo, que muy amablemente te colapsarán la línea para soltarte lo de que eres un "cliente especial". ¿Que estás echando un polvo? Pues... bueno, mejor que eso no suceda.

Pese a que cuando escribo estas líneas puedo parecer más basto que un bocata de escombros, lo cierto es que soy una persona que peco de excesiva amabilidad. No suelo querer montar escenas, me cuesta decir que no a las cosas, y siempre tengo un "merci" o "gracias" en la boca. Pero cuando estos tipos te llaman de 2 a 3 veces por semana, y no sirve de nada decirles de buenas maneras que no vuelvan a llamar, enviarlos a tomar por culo, colgarles, o pegar el teléfono al altavoz del televisor, a uno le invade la mala leche. Así que, si vuestro padre o madre trabaja en Telefónica ofreciendo sus servicios de este modo tan agresivo, le agradecería que le dijera, desde el respeto más absoluto, que se fuera a tomar por el ojete.

Sin ir más lejos, hace un rato me han llamado al fijo, y en cuanto me han preguntado si el que estaba al teléfono era el señor tal, han empezado con su acoso y derribo (nota: la charla fue mucho más larga, pero ya he empezado a olvidarla):

- Buenos días señor tal, le llamamos porque es usted uno de nuestros mejores clientes, y tras estudiar su factura queremos ofrecerle una oferta buenísima, 500 minutos de llamas gratis durante los fines de semana...
- Se lo agradezco, pero no estoy interesado...
- Ya, entiendo. Pero tras estudiar su factura queremos ofrecerle esta estupenda oferta y que pueda seguir disfrutando de nuestros servicios con aún mejores...
- Ya, pero no estoy interesado, de verdad.
- Ah ya. Entiendo. ¿Qué le parece nuestro servicio?
- Bien, muy bien. Todo correcto. Es por eso que no quiero cambiar, porque todo me va bien. ¿Así que para qué cambiar? Se lo agradezco, gracias por llamar pero no me interesa.
- Entonces le informo de que por el mismo importe que paga, usted podrá disfrutar de Imagenio, llamadas ilimitadas al...

El psycho-killer este ya empezaba a destrozarme mentalmente, y yo ya llevaba rato blasfemando en arameo y ciscándome en su santa madre.

- Vamos a ver, ¡que no quiero nada! Ya se lo he dicho varias veces, no siga por favor.
- ¿Por qué no quiere Imagenio? Le regalaremos muchos canales para que usted disfrute delante del televisor...
- Escuche, se lo repito: ¡No me interesa! No siga, porque no quiero ningún servicio más, ni cambiar de oferta, ni nada. ¿De acuerdo? Gracias de nuevo pero no.
- Ah, ya. Entiendo. ¿Por qué no quiere Imagenio? El importe de su factura va a ser el mismo y los servicios que le ofre...
- Por que lo tuve hace tiempo y me pareció una porquería, y no le doy más detalles.
- Ah, ya. Entiendo entonces. Pero con la oferta que le propondré usted se podrá dar de baja después de un año y...

Y aquí es cuando los nervios y la mala leche me invadieron y no pude más:

- A ver tío, ¿me estás empezando a tocar los huevos, eh? ¡Cagondiós!

Seguidamente le colgué, tiré el teléfono con rabia contra el sofá, y vociferé un insulto. No recuerdo cual, pero no creo que fuese agradable. Eso sí, espero que le estén pitando los oídos durante lo que queda de día. Entiendo que es su trabajo, y que seguramente en muchas ocasiones les resultará desagradable tener que lidiar con lo que se encuentran al otro lado del auricular, pero no soporto a aquellos que les importa tres pimientos lo que les estés diciendo que ellos seguirán a lo suyo, en ofrecerte el oro y el moro. Pues con estos ni educación ni leches (aunque con el resto aguante hasta el final y me despida educadamente, tal y como se merecen).

Así que para calmarme me preparé un café y me puse una película en Blu-ray, Kick Ass, de la que espero escribir la crítica a lo largo de mañana, día en que sale oficialmente a la venta pero que un servidor pudo agenciarse hace ya un par de días.

Y es que estos tipejos te hacen sufrir más que al Conde de Montecristo.

3 comentarios:

_MeiA_ dijo...

jajajaa
Molt bo! m'has fet riure!
Ja saps que a casa meva no hi tenim fixe, exactament pel mateix problema. Igualment tots tenim mòbil i és tonteria pagar una línia telefònica.

:)

Si, si... ves a calmar-te amb el super cafè explosiu d'intensitat 12... això mateix!

(falten 10 dies!)

Garbí24 dijo...

si es que tot el que envolta telefonica fot pena, jo no fa gaire vaig fotre fora de casa un operari que va venir a arreglar l'adsl, com que s'em volia torejar el vaig engegar a pastar fang ell i les eines que portava

òscar dijo...

Si un té el (dubtós) anhel de treballar per alguna d'aquestes compnayies, al currículum només hi ha de incloure (a més noms, cognoms i telèfon de contacte) dues parauletes; PESAT PERSEVERANT (en femení, si l'anhel el té una senyora o senyoreta)